La mejor manera de que algo funcione es implicando a los alumnos en su creación.
Teníamos un montón de libros desorganizados y les he propuesto que ellos mismos monten la biblioteca de aula a su gusto. Entre todos han aportado ideas y
han dejado una zona de lectura chulísima.
Los responsables bibliotecarios hacen los préstamos y anotan lo libros que leen.
Se han ido muy ilusionados y la verdad sea dicha, yo incluso, más que ellos.